El buscador que era algo más

Resumen:
Se comenta que los cambios que el buscador Google ha ido introduciendo en los resultados de las búsquedas para «adivinar» las preferencias de los usuarios, y acercarse más a sus pretendidos objetivos de búsqueda (y también en aras de la publicidad) pueden entorpecer algunos usos del buscador. Por ejemplo, a diferencia de cuando era menos «inteligente’, ahora da resultados sesgados hacia lo local próximo al usuario, o corrige el deletreo de términos frecuentes cuando se buscan los infrecuentes.

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Cómo citar este artículo:
Millán, José-Antonio. «Google: el buscador que era algo más». Anuario ThinkEPI, 2011, v. 5, pp. 177-179.

10 Replies to “El buscador que era algo más”

  1. Ya no confío en Google
    Por Lara Rey

    Desde 1998 utilizo habitualmente Google. Lo tengo que página de inicio en mis navegadores. En los últimos años, para mí, era más rápido encontrar una página a través de Google que en mi carpeta de favoritos.

    Últimamente, desde hace quizá casi dos años, Google ha cambiado. Supongo que es la misma sensación que tienen los padres cuando son plenamente conscientes de que sus hijos ya no son esos niños pequeños e ingenuos. No sé explicar punto por punto en qué ha cambiado, pero sé a ciencia cierta que no es el que era.

    No me interesa ver en Google las ultimas actualizaciones de hace 10 segundos de las redes sociales, o de Twitter. Creo que para ese tipo de búsquedas hay otros buscadores u otras opciones. No me interesan las búsquedas tan locales y tan mediatizadas por donde te encuentras geográficamente. A mí me gustaba Google cuando era “mundial”. Me gustaría resetear mi historial de búsquedas, perfil y preferencias que en estos años Google ha ido acumulando sobre mí y ser capaz de empezar de cero.

    En mi trabajo varias personas utilizamos Google Alert. En algunos casos lo configuramos el mismo día y con las mismas palabras clave. Y es curioso, porque no nos llegan los mismos resultados….Y ya no sólo eso. Una misma búsqueda en dos ordenadores ofrece dos resultados.

    No me acaba de gustar cómo está evolucionando Google como buscador. Pero no tengo a este nivel una alternativa mejor.

    Hace tiempo Juan Freire escribió un post en la ya no disponible Generacionred, que se titulaba “¿Hasta cuando podremos confiar en google?”. Y mi respuesta es yo ya no confío en Google.

    “Los analfabetos digitales, de cualquier edad y condición, consideran a Google más próximo al demonio.
    Los inmigrantes digitales tienen una extraña relación con este
    antiguo buscador convertido en cerebro universal y dios virtual.
    Pero los nativos digitales (que salvo algún pionero precoz, rara vez han cumplido los 30 años), tienen otro tipo de relación social, intelectual y afectiva con Google.
    Los nativos usan Google pero odian a Google. ¿Paradójico?”
    http://nomada.blogs.com/jfreire/2006/06/google_ha_muert.html

    Lo que más me llama la atención es que cuanto más Google sabe de mí, de mis búsquedas, de mi entorno…menos útil me resulta.

  2. Soluciones alternativas a comportamientos extraños en Google
    Por Isidro F. Aguillo

    Estimados agentes en nómina de Microsoft:

    Es cierto que Google está siendo objeto de investigación por ciertas prácticas, que sus algoritmos son secretos y que el buscador sigue evolucionando de una manera más bien opaca para el usuario final. Sin embargo es una herramienta formidable y con el adecuado conocimiento se le puede sacar mucho provecho. En concreto citáis algunos comportamientos extraños o nuevos que tienen explicación y/o solución alternativa.

    – Resultados diferentes en dos ordenadores uno al lado de otro o en el mismo ordenador apenas pasados unos segundos: Google no puede responder los millones de peticiones desde un único sitio, por lo que utiliza un sistema distribuido. Son los llamados Google data center, cada uno con una o varias IP numéricas diferentes. Y además al parecer con bases de datos actualizadas de diferente manera. Eso significa que cuando utilizas la dirección te puede responder el data center más próximo o el menos saturado, que no tiene por qué ser el mismo que te contestará momentos después o a tu compañero en otro ordenador al lado. ¿Y con resultados distintos? Se puede evitar esto utilizando siempre el mismo IP que se puede obtener de las listas de direcciones IP que aparecen en la Web.

    – Personalización «geográfica». Todos los algoritmos de Google son muy complejos, incluyendo los de localización y personalización. Mucha gente cree que dependen de utilizar diferentes dominios (“google.com”, “google.es”) pero en realidad parece ser que el filtro más importante es el idioma de la interfaz. Es decir para tener resultados mas «internacionales» hay que utilizar el interfaz en inglés (ojo, no buscar en inglés o filtrar por idioma).

    Espero que os sirva y recuperéis el cariño por Google.

  3. Mi vida en Internet es casi, casi Google
    Por Lara rey

    Nada más lejos de mi intención que perderle el cariño a Google! Faltaría más. Mi vida en internet es casi, casi Google. Tengo cuentas en Gmail, blog en Blogger, uso sus alertas, el Googlepages, su traductor, tengo una página personalizada en iGoogle, uso su buscador de patentes, tengo su barra de navegador instalada, uso Chrome como navegador predeterminado y así un largo etc. Si Google dejara de existir una parte importantísima de mi vida “virtual” moriría con él.

    No quise criticar, simplemente hacer una llamada de atención…quizá me expresé mal…

  4. La calidad de los productos que usamos
    Por Marcos Ros-Martín

    Como usuarios y consumidores, debemos poner un punto de atención sobre la calidad de los productos que usamos, que pueden ser gratis y, como sucede en este caso, casi intocables y encumbrados por el éxito cosechado. Desgraciadamente, y mucho menos en la Web, nada es eterno. Google es ya un gigante y sus estructuras chirrían, lanza productos que disponen de éxito y otros que sufren estrepitosos fracasos. Adquiere productos que se diluyen en su gran organización para desesperación de sus creadores. Pero la apuesta de la innovación también significa fracasar, no lo olvidemos ni reprochemos.

    Lo que nos cuenta Lara no es una opinión aislada, sino que se repite en muchos foros de opinión. Antonio Ortiz nos ponía sobre la pista en su blog: ¿Tiene Google un problema serio con la calidad de los resultados?

    En este artículo se referencia a otros textos publicados en la Web recientemente, en concreto:

    Wadhwa, Vivek. “Why we desperately need a new (and better) Google”. TechCrunch, January 1, 2011.

    Atwood, Jeff. “Trouble in the house of Google”. Coding horror, January, 3, 2011.

  5. La Web se dirige hacia una nueva estructura
    Por Xavier Agenjo

    Aunque este mes no he recibido aún la transferencia de Microsoft, voy a permitirme algún pequeño comentario, mínimamente discrepante, con las matizadas opiniones de Aguillo.

    En realidad, se parecen tanto a las que ha expresado en esta misma lista José.Antonio Millán, que las subscribiría con mucho gusto, pero temo que la Sgae o la Sociedad de Ejecutantes, que preside Pilar Bardem, caigan sobre mí y me obliguen a pagar un canon o un cañón (nunca me ha quedado claro), y ya he dicho que estoy sin fondos.

    Simplemente me voy a permitir añadir (con la pesadez e insistencia que me caracteriza) que la Web se dirige con toda claridad hacia una nueva estructura, una filosofía quizá, el Linked Open Data, promovida por el W3C y diseñada por el protervo Tim Berners-Lee y sus secuaces, y que si Google no se ajusta a esos postulados, cada día sus resultados serán peores.

    Yo no creo que Google sea el representante de Dios es la tierra -aunque mencionar esta cuestión epistemológica aún candente en esta lista sea tentar al diablo- y su tendencia a tributar en paraísos fiscales me lo hace ver con toda claridad.

    Wave fue una cosa espantosa, un auténtico timo, un hipstery era de Google.

    Peor me ha parecido (si cabe) que no anunciaran que después de su filantrópico Google Books (que pondría al alcance de la humanidad toda el conocimiento que acumulábamos los bibliotecarios en apolillados plúteos, recubiertos de polvo y tupidos por telarañas) fuera a venir su Google Editions, que es como Disneylandia (o sea, que te cobran), después de alcanzar una posición de preeminencia de una manera basada en la misma moral que la que les guía para elegir sus lugares de tributación fiscal.

    Me alegro de que la Unión Europea, donde se concentran las naciones más editoras del mundo, con centenares de miles de puestos de trabajo, y una inmensa cultura detrás, esté intentado (de momento mediante Europeana), una alternativa, sin hablar de sus investigaciones sobre posibles prácticas monopolísticas, tan alabadas, por cierto, cuando se aplicaron a mi parte contratante de mi primera parte, el diabólico Microsoft.

    Resumiendo, que como buen liberal manchesteriano, estoy encantado de que pueda surgir una competencia que supere las cada día mas evidentes flaquezas de Google.

    Vuestro turno (si os ha llegado ya la transferencia de Bill y Melinda).

  6. Google se creó una imagen intocable
    Por Lara Rey

    La Unión Europea actualmente investiga si la empresa que gestiona el buscador manipula los resultados de los datos que aparecen en la pantalla. Chareyre explica por qué está convencido de que existe tal manipulación.

    http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-160594-2011-01-17.html

  7. ¿Y si es mejor Bing que Google?
    Por Xavier Agenjo

    Aunque después la tremenda entrada que ha puesto Lara Rey sobre posibles disfuncionalidades de Google, el vínculo que indico tiene mucho menos tonelaje, pero no deja de ser un estudio comparativo que tiene su interés:

    ¿Y si es mejor Bing que Google?. Editorial RWWES.

  8. Dominar la herramienta de trabajo
    Por Isidro F. Aguillo

    Estimados compañeros:

    Me acaban de ofrecer la realización de un curso sobre «Catalogación de libros para bibliotecas publicas en España». El alumnado está compuesto de jóvenes universitarios en biblioteconomía y documentación actualmente en paro y que obtendrán un puesto de trabajo como catalogadores en distintas bibliotecas. He preparado un programa para el curso y me gustaría conocer vuestra opinión sobre sus contenidos:

    – Capítulo 1: ¡Nos engañan! El precio de los libros para las bibliotecas.
    – Capítulo 2. Trabajo infantil y editoriales: ¿Quién encuaderna los libros españoles en China e India?
    – Capítulo 3. Los abusos de la distribución: sobornos en los escaparates
    – Capítulo 4. Bonus y jubilaciones de los editores: los banqueros se quejan de trato desigual.
    – Capítulo 5. Cedro.

    No, no me he vuelto loco (espero no haber ofendido a nadie, esto es un mero ejercicio de debate).

    Mi posición es que debemos abordar este tema de manera profesional. Google es una empresa comercial cuyo principal objetivo es ganar dinero (por cierto, lo mismo que el objetivo del Sr. Chareyre es vender su libro).

    Personalmente me puede interesar o no la trayectoria y problemas legales, económicos, éticos o morales de Google, pero como documentalista en ejercicio mi trabajo consiste en conocer y dominar la herramienta que de forma mayoritaria usan los usuarios de internet. Es decir, cuando estoy en mi puesto de trabajo no utilizo Google como lo haría mi sobrino de 7 años, sino que aprendo a sacarle partido, a entender como funciona, y a conocer sus debilidades y fortalezas.

    Por ejemplo:

    J.A. Millán se pregunta cómo recuperar los resultados de “siempre”, no los personalizados geográficamente. Fácil, no depende de google.com, ni de google.es. Es tan simple y “extraño” como cambiar el idioma del interfaz. No es obvio, ni intuitivo, pero no me acuerdo de la madre del ingeniero jefe de Google, sino que busco (y encuentro) una solución.

    Otro ejemplo:

    Mucha gente se pregunta por qué los resultados de Google varían tanto incluso en una misma máquina. Un poco de exploración me permite descubrir que hay cientos de Googles y que me pueden responder según su disponibilidad. No me interesa ni la arquitectura distribuida, ni los vericuetos de los protocolos, sólo me hace falta saber que si siempre utilizo la misma IP los resultados no son tan irregulares.

    Espero que haya quedado clara mi postura.

  9. Formación sobre calidad de información
    Por Jesús Tramullas

    Falta un tema, que quizá debería ir en un anexo:

    «Periodista, o como hablar de todo sin documentarse de (casi) nada».

    …que me perdonen los periodistas del foro, que estoy seguro son magníficos profesionales, pero este pseudo-artículo de Página 12 no es sino otra muestra de la ligereza con que algunos miembros de determinadas profesiones abordan temas serios, (véase la propagando institucional de El país sobre «creadores» la semana pasada).

    Y es que haría falta una buena formación sobre “calidad de información”, no esa que algunos se creen que se imparte en cuatro horas de nada.

  10. Los datos de nuestras consultas condicionan nuestros resultados
    Por Xavier Agenjo

    Estimados compañeros, mi turno (¿no se podría eliminar este latiguillo?).

    En lo que se refiere a la primera parte de la intervención de Aguillo, la parte cómica, mi respuesta es que no. Yo creo que no te van a aceptar el temario que propones. Si el curso estuviera dedicado, por ejemplo, al Europeana Data Model, a la aplicación de Linked Open Data en bibliotecas o a las RDA y su codificación mediante Marc a partir de la actualización número 12, el curso sí podría tener más interés.

    Quizá deberías empezar por Frbr y por los intentos de armonización entre Frbr y diferentes esquemas de metadatos; a la preservación digital y lo que ello conlleva en la creación de los objetos digitales, es decir, en la catalogación o en OAI u OAI-ORE para la agregación y recuperación de información, el curso si podría tener cierto interés.

    De hecho, se ceñiría bastante a la Agenda digital europea 2020 y su acción clave número 15 que a nosotros como bibliotecarios (y archiveros y museólogos) españoles, y por lo tanto europeos, nos interesa tantísimo, así desde el punto de vista técnico como presupuestario.

    De hecho, no sé si a los infonomistas, documentalistas, bibliómetras y cibérmetras les sería de la misma utilidad, pero tú, para razonar desde un punto de vista casi axiomático, has dicho que el curso era para “catalogación de libros para bibliotecas públicas en España”. Y has hecho bien, porque más del 80% de los profesionales trabaja justamente en ese tipo de instituciones, el otro 10 % en archivos y un 2% en Museos.

    El INE no recoge la categoría infonomistas de momento. Pero no creas que tus enseñanzas han caído en saco roto. De hecho, estoy preparando un estudio bibliométrico, no sé si por basarse en IweTel será ya cibermétrico, que consiste en lo siguiente:

    El número total de mensajes publicados en IweTel en el mes de diciembre fue de T, y el número total de mensajes publicados en enero será de T’ (como ves, no falta una sólida base heurística potente). En mi primera aproximación he observado que el 82,31416 de T está dedicado a cursos, cursillos (del tipo del que tú propones). A esta variable la denomino F. Estoy contando meticulosamente, como Lord Rutherford frente a su cámara de niebla, las mismas variables en T’ a las que denominaré F’. No lo hago a mano, sino que dispongo de un avanzado dispositivo que permite (si se lee el manual despacio) hacer verdaderas maravillas, gráficos, torres y tartas, con lo cual puede que me lo patrocine el centro gastronómico vasco que han creado fruto de la sabia aplicación de los presupuestos de I+D+i. Me refiero a lo de las tartas, para que luego vayan diciendo por ahí que la cibermetría no vale para nada. Quizá la Sachertorte pueda verse desplazada por la “Cibertorte”, aunque me han advertido que puede tener efectos alucinógenos. Desde luego, yo siempre que salgo de un cibercafé me acabo peleando con el jefe, que es como llamábamos en mis tiempos también al de los billares y los flipper. ¡Jefe, que esto me lo está cobrando a 12 megas y yo creo que va a una K y como mucho 2!

    No hago este estudio por diversión, sino para demostrar una hipótesis a la que denominaremos H. ¿Por qué si en España hay un número Q de, antes Facultades y Escuelas y ahora, Grados de documentación, tan grande y se imparten asignaturas vinculadas con Q en un número U de universidades, todavía mayor, son tan necesarios tantísimos cursos?

    Una primera respuesta de trabajo a mi hipótesis H es que se dan tantos cursos de biblioteconomía, es decir, adquisición, información, preservación, catalogación y otras antiguallas es porque lo demanda el mercado de trabajo a través, sobre todo, de temarios de oposiciones. Para que esa hipótesis H se sostuviera debería de estar basada en otra hipótesis H’ que vendría a decir que en los grados de documentación no se enseñan los conocimientos necesarios para acceder a los puestos de trabajo.

    Es decir, que los planes de estudio, perdón, los itinerarios, perdón, los currícula, están enfocados a una entelequia y que, por lo tanto, los grados de documentación están condenados a desaparecer por falta de alumnos o a someterse a un reciclaje profundo que conllevaría incluso el nombre del propio grado.

    Naturalmente, esta hipótesis que me va a crear incontables enemigos no puede convertirse en tesis hasta que haya elaborado muchas T(1-n) y F(1-n). Ya me gustaría encontrar algún colaborador o colaboradora para esta tarea que me imagino larga y tediosa, y que, como digo, caso de verificarse no me va a reportar otra cosa que la antipatía y el odio del profesorado de todos los grados de documentación que hay en España.

    Entrando ya en la parte técnica, nuestro compañero Aguillo nos asegura que cambiando el idioma se arreglan todos nuestros males. Bueno, a esta afirmación simplemente tengo que decir que no es cierta. Dice que no quiere entrar en los vericuetos de las direcciones IP. Yo creo que hace bien, porque la cosa ya no es tan fácil. Pero tampoco es cierto que Google tenga un súbito arranque deontológico si se mantiene la IP.

    En resumidas cuentas, lo que está haciendo Google es utilizar los datos de nuestras consultas para condicionar nuestros resultados. Para que no le pillen del todo, lo ha avisado diciendo que es una mejora.

    Lo único es que se le ha olvidado aclarar para quién es la mejora.

    Querido Isidro, un consejo de un amigo de hace muchísimos años que te quiere bien: rechaza todo encargo de dar cursos de catalogación y dedícate a la cibermetría, que es tu campo y dónde estás recogiendo tan sonados éxitos. Si le permites otro pequeño consejo más al autor de La hipótesis de Ortega, haz una revisión de tus principios heurísticos, no sea que la red que estés echando en el lago sólo pueda pescar peces mayores que la retícula que tiene tu red.

    Si quieres, un día nos extendemos sobre este punto, el de la heurística, que es capital. El artículo que te cito se publicó en la Revista de estudios orteguianos y ahora mismo no sé si está en línea.

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