La conversión de los actuales estudios universitarios en los nuevos títulos europeos (de grado y de postgrado) es un asunto muy asumido por parte de los universitarios pero seguramente poco conocido por la mayoría de profesionales de la Biblioteconomía y Documentación, a pesar de que se han hecho presentaciones en diversos congresos de carácter general (Jornades Catalanes d’Informació i Documentació, Jornadas Fesabid’05, etc.) o que se han dedicado algunas reuniones científicas específicas para reflexionar sobre ello (podríamos citar el VI Coloquio Internacional de Ciencias de la Documentación, dedicado a Convergencia europea, que se celebrará en Salamanca en del 26 al 28 de octubre 2005 y que ya se han publicitado en este foro).
El objetivo de esta breve nota es dar a conocer algunas referencias fundamentales para entender el desarrollo del proceso, indicar la situación actual tanto en lo que se refiere a los estudios de grado como a los postgrados y, finalmente, plantear un par de preguntas abiertas para la discusión.
Abadal, Ernest. «Espacio europeo de formación superior en biblioteconomía y documentación«. Anuario ThinkEPI, 2007, v. 1, pp. 123-129.
EL ALCANCE DE LA PALABRA INFORMACIÓN
Por Tomàs Baiget
Hola Ernest:
Gracias por aclarar de forma perfecta la situación del EEES ese.
Al ser Información mucho más amplio que BiblioteconomÃa es evidente que la nueva denominación representa mejor a nuestra profesión. Además personalmente me encanta que desaparezca bibliotECONOMÃA, pues por mucha etimologÃa que se le busque esa palabra es confusa para casi todo el mundo (la palabra bibliotecologÃa de varios paÃses americanos, aunque muy ambiciosa, es mucho más clara). Que con esa nueva denominación la sociedad entienda mejor esta profesión, eso ya es otro cantar. Pero en resumen, el cambio me parece bien, aunque da nostalgia la pérdida de biblio.
Esto lo tengo clarÃsimo: Biblio-inglés proficiency-10, Internet-10 e Informática-10 (especialidades únicas, sin más donde elegir) 🙂
ESTÃ BIEN COMO ESTÃ
Por Santiago Caravia
Buenos dÃas:
A mà me parece que con la sustitución de BiblioteconomÃa por Información no sólo no queda mejor representada nuestra profesión, sino que, por introducir un término tan general (en el que caben otras actividades profesionales ajenas, como el periodismo) queda bastante peor representada. En todo caso, ¿por qué cambiar la denominación? Por el mundo hay de todo, pero en el ámbito anglosajón, en donde siempre ha estado más adelantada la cuestión, abunda (y creo que predomina) el término Library and information science o similares. En muchos paÃses europeos no anglosajones también existen, frecuentemente, denominaciones que incluyen términos similares a biblioteconomÃa. Es decir, que no parece existir internacionalmente esa necesidad de suprimir lo que por lo visto muchos en España consideran una antigualla.
En cuanto al término BiblioteconomÃa (que no se compone de bibliot más economÃa, como escribe -supongo que bromeando- Tomà s Baiget), no es ni más ni menos incomprensible que astronomÃa (astro-nomÃa, ciencia o conocimiento de los astros).
En fin, opino que las denominaciones BiblioteconomÃa y documentación y similares deberÃan dejarse como están.
Saludos.
BABEL BIBLIOTECARIA
Por Emiliano Bartolomé
Al leer el comentario de Santiago Caravia (y antes los de Tomás y Ernest) sobre la propuesta de nueva denominación de lo que hasta ahora era BiblioteconomÃa y Documentación me ha venido a la memoria un documento que circula por Internet: Babel bibliotecaria [consulta de hoy mismo] y que a modo de fábula o apólogo ilustra algunas de las miserias que nuestra profesión tiene que arrastrar continuamente para mostrarse totalmente aggiornata y à la page en este mundo tan postmoderno en el que importa más el cómo se llama una cosa que la cosa en sÃ. Supongo que el texto es conocido por casi todos, pero tampoco vendrá mal referenciarlo aquÃ.
Y, desde luego, suscribo lo dicho por Santiago sobre este asunto.
Emiliano Bartolomé
LA VISIÓN DE LOS ESTUDIOS EN ESPAÑA DESDE LA UNIÓN EUROPEA
Por Nuria Montoya
Hola,
SÃ, es cierto, es una desgracia que nos tengamos que preocupar tanto de que lo que estudiamos sea reconocido. Estos casos ya los hemos visto infinidad de veces en España cuando, para convalidar asignaturas, se nos pide que el nombre sea EXACTAMENTE el mismo, casos como la edad media y el libro o el libro en la edad media (pequeña exageración de lo que en algunos casos ha sucedido).
Y el tema, claro está, empeora cuando hablamos de Europa. No sólo se mira con recelo la calidad de la enseñanza española, sino que, además, algunos de los que se han atrevido a dirigirse, tras años de estudio del idioma correspondiente, a una universidad de la Unión, se han encontrado con multitud de problemas para explicar qué estudios ha cursado, etc.
Espero, ante todo, que esta situación mejore, y que si mañana decido dirigirme a Alemania o Francia o donde quiera que se encuentre el profesor que me interesa, pueda dirigirme a él con total libertad y sin temor a ser rechazada por una mera cuestión terminológica (al menos que no sea por eso).
IMPORTA EL CONTENIDO
Por Elisa Morales
Estimados colegas,
Es muy atracivo el artÃculo que reproduce Emiliano. Creo que esta polémica respecto al nombre la profesión Bibliotecaria es larga e interminable, puesto que con los cambios producto del desarrollo tecnológico los objetivos y la misión de la profesión seguirán expandiéndose: proporcionar todo tipo de información y documentación que precise el usuario.
Las otras profesiones no han cambiado: La Medicina fue siempre Medicina, lo mismo sucede con el Derecho, la BiologÃa, la Educación, la IngenierÃa, la ArqueologÃa, La EnfermerÃa. etc. No obstante, sus contenidos siguen adaptándose al desarrollo, a la tecnologÃa, a la información y a las exigencias de la formación académica.
En Perú, cambió de BibliotecononomÃa a BibliotecologÃa y Ciencias de la Información. Pero una Universidad privada ha cambiado a Ciencia de la Información o Ciencias de la Información (no estoy bien segura).
A mi concepto, estos cambios de nombre, vinculados a imprecisiones en cuanto a misión, objetivos, contenidos y tal vez a algunos protagonismos, pueden ser la causa principal.
Saludos.
MÃS PRESENCIA DEL CONCEPTO CIENCIA
Por Emilia Currás
Estoy muy de acuerdo con el cambio de nombre y que nuestra carrera pase a llamarse Información y Documentación. Siempre me ha parecido que quedarse en BiblioteconomÃa era quedarse sólo en economÃa y no en la ciencia. BibliotecologÃa, que se usa en Iberoamérica, ya incluye un cambio: la logos, es decir, la ciencia.
Con la denominación Información y Documentación, aunque poco, nos vamos aproximando a LIS (Library and Information Science), que se usa en el resto del mundo, y cuya traducción podrÃa ser BibliotecologÃa y Ciencia de la Información-Documentación, si no queremos perder lo de Documentación (palabra de la cual he sido muy partidaria, pero…).